La Anorexia sexual: el miedo al otro
El término “Anoréxico sexual” comenzó a ser conocido tras la emisión de la serie de televisión estadounidense Ray Donovan. El protagonista, interpretado por Liev Schreiber, es un duro “solucionador de problemas” de la firma de abogados Goldman & Drexler, que representa a ricos y famosos. Es muy bueno en su trabajo aunque no tanto a la hora de solucionar los problemas que vive en el seno de su familia. Un padre ex-convicto, un hermano mayor con Parkinson y un hermano menor que se identifica a sí mismo como alcohólico y anoréxico sexual a consecuencia de un grave trauma de la infancia.
¿Qué es la anorexia sexual?
La Anafrodisia, anorexia sexual o deseo sexual inhibido es un trastorno que se caracteriza por un bajo o nulo nivel de interés sexual, ya sea hacia la pareja, ya sea hacia cualquier persona en general. Puede sentir deseo sexual en abstracto pero se niega a materializarlo pues teme el contacto emocional y la intimidad hasta el punto que, en sus casos más extremos, puede llegar a experimentar dolor al mantener relaciones sexuales.
Aunque se cree que el primero en hablar de ella fue el doctor Patrick Carnes en su libro Anorexia sexual: cómo vencer el odio a la propia sexualidad, existen referencias previas en estudios realizados por los psicólogos Nathan Hare o Ellen Goodman. Carnes define dicha situación como «un estado obsesivo en el cual la tarea física, emocional y mental de evitar el sexo domina la vida de alguien. Como morirse de hambre, la privación del sexo puede hacer a alguien sentirse más poderoso y protegido contra las amenazas».
Suelen aislarse socialmente para evitar que el sexo pueda irrumpir en sus vidas, lo que les ocasiona numerosos conflictos sociales. Según la psicóloga Alexandra Katehakis en Psychology Today, la rigidez y la vergüenza guían su vida, y son capaces de tomar decisiones drásticas o dejar su trabajo para evitar alcanzar cierto grado de indeseable intimidad con las personas que le rodean, sea ésta de carácter sexual o no. No siempre tienen que ser grandes gestos, sino detalles imperceptibles como no participar en las conversaciones, no quedar con amigos, alegar que están permanentemente ocupados, etc.
No es que la persona no sienta deseo, es que no quiere satisfacerlo con otra persona, por eso pueden consumir mucha pornografía y masturbarse compulsivamente, tal y como explica Sex and Love Addict Anonymous, una página en la que los que sufren problemas sexuales puedan compartir sus experiencias. También pueden llegar a caer en la bulimia sexual, una conducta compulsiva que se caracteriza porque la persona mantiene muchos encuentros sexuales pero sin intimar en ninguno de ellos. Las relaciones son esporádicas, encuentros de una noche que no conducen a nada porque no permite la más mínima intimidad emocional.
Al igual que los que padecen bulimia alimenticia, los encuentros sexuales esporádicos generan una gran insatisfacción emocional, un sentimiento agudizado de culpa, una gran soledad e incomprensión que motiva que pase períodos de total abstinencia sexual en los que también se siente insatisfecho emocionalmente, atenazado por el miedo y culpable.
Causas de la anorexia sexual
Las raíces de la patología son similares a las de la anorexia nerviosa: alienación respecto a uno mismo, soledad, perfeccionismo, autodesprecio, sentimiento de inferioridad (pero también delirios de grandeza), emociones no resueltas o un trauma infantil ocasionado por los abusos sexuales.
El desencadenante suele ser un conflicto emocional no resuelto: un trauma de la infancia, un abuso sexual, una relación afectiva que salió mal. Ese conflicto no resuelto acaba generando miedo hacia un nivel alto de intimidad con los otros, considerando el sexo y cualquier conexión emocional como una amenaza ante la que se sienten vulnerables. El miedo y la ansiedad generadas por el acto sexual o su mera imaginación provocan que éste sea considerado algo desagradable.
El miedo es el motor de este trastorno: miedo a que nos hagan daño, miedo a que nos rechacen, miedo a manifestar nuestro deseo y que se burlen de nosotros, miedo a no resultar atractivos, miedo a no ser buenos amantes, miedo a ser visibles, al reto que supone empezar o terminar una relación. Su autoestima es tan baja que, poco a poco, van limitando las relaciones sexuales hasta que desaparecen totalmente. El anoréxico sexual acaba rechazando todo lo que esté relacionado con el sexo de manera casi obsesiva. Es un mecanismo mental autodestructivo que, si no se para, irá a más, puesto que acabará evitando todo contacto emocional con los otros, no sólo sexual.
Anorexia sexual en la pareja
La anorexia sexual también puede darse dentro de una relación de pareja de larga duración. El que la sufre no sólo evita el acto sexual, sino las muestras de afecto y cariño como un abrazo, un beso o una caricia, y cualquier acto que implique intimidad emocional. Al igual que el anoréxico sexual sin pareja pone excusas para intimar con los demás como no disponer de tiempo, estar muy entregado al trabajo, etc, el anoréxico con pareja pone excusas diversas y actúa de manera que evita la posibilidad de contacto: provocar una discusión a la hora de acostarse, evitar nuestra compañía nocturna volviendo tarde a casa, acostarse a distinta hora, alegar dolor de cabeza constante o un persistente «no tengo ganas» pueden ser señales de que nuestra pareja sufre anorexia sexual.
La web sexovida.com lo denomina «Deseo sexual hipoactivo (DSH)» y señala como posibles causas del mismo las siguientes:
Causas físicas
1. Disfunciones sexuales como la anorgasmia, vaginismo y dispareunia, eyaculación precoz, disfunción eréctil, etc.
2. Descenso hormonal: la menopausia, el hipotiroidismo (menor producción de hormonas por la tiroides), el aumento de la prolactina (hormona de la hipófisis) también pueden deprimir el deseo.«No hay que olvidar que el sistema glandular está íntimamente relacionado con el sistema nervioso central, por lo cual toda alteración emocional puede hacer impacto en el llamado eje hipotalámico-hipofisario donde se maneja y regula la producción hormonal».
3. Psicofármacos que presentan como evento adverso disfunciones sexuales.
4. Medicamentos que deprimen la libido y la capacidad erectiva u orgásmica.
5. El consumo abusivo, crónico y permanente de tóxicos, drogas y cigarrillos.
6. Alcoholismo y adicciones que crean un clima inestable en las parejas provocando episodios de celos, impotencia y agresiones.
Causas psicológicas
1. Las disputas conyugales continuas y permanentes, las frustraciones repetidas por impotencia, eyaculación precoz o el haber fingido los orgasmos durante años, van llevando a la baja del deseo como una manera de evitar el fracaso.
2. Los conflictos neuróticos con relación al placer y al éxito.
3. Situaciones de vida relacionadas con pérdidas (duelos) laborales, familiares, amorosas, económicas.
4. Las crisis vitales como irse de la casa de los padres, jubilación, cumpleaños, boda, embarazo, post-parto, el nacimiento de los hijos.
5. Fobias que se manifiestan en un aparente desinterés, pero que esconden miedos: al sexo opuesto, a la penetración, a ser atrapada/o, a enamorarse y perder la libertad.
6. Cuadros depresivos, tanto las depresiones mayores y graves como las leves o moderadas.
7. Ataques o desórdenes de pánico que crean una sensación tan angustiante, opresiva y restrictiva que pueden anular totalmente la vida erótica.
8. Represión debida a una educación sexual cerrada, o a conceptos religiosos muy arraigados en la infancia, donde imperaban la culpa y el castigo por el pecado de ser sexuados.
9. Fracasos amorosos o, más concretamente, sexuales.
10. Las personalidades obsesivas o el llamado TOC (trastorno obsesivo compulsivo).
11. El miedo a fracasar durante el acto, ya sea por eyacular precozmente, por anorgasmia, dolor en el coito, o por no poder conformar a una pareja muy exigente, puede llevar a una persona a decir no tengo ganas, en vez de decir tengo miedo.
Cómo saber si se padece anorexia sexual
Cualquier persona que experimente durante un largo periodo de tiempo de verdadera necesidad de aislamiento social, rechace el contacto con el otro y huya de cualquier posibilidad de intimar realmente con la gente (salvo los compromisos ineludibles como el trabajo) sabe en el fondo de sí mismo que sufre un problema; pero no hace falta llegar hasta ese extremo.
En el libro de Patrick Carnes hay un listado de preguntas para que podamos determinar si padecemos esta patología o nos encontramos cerca de padecerla.
Según Carnes, si la persona se siente identificada con cinco o más puntos, es posible que esté padeciendo Anorexia sexual por lo que debería consultar a un profesional antes de que se agrave.
1. Pavor al placer sexual.
2. Miedo consistente al contacto sexual.
3. Vigilancia obsesiva a cuestiones sexuales.
4. Evasión de algo relacionado con lo sexual.
5. Preocupación de que otras personas sean sexuales.
6. Distorsiones sobre la apariencia del propio cuerpo.
7. Aversión extrema a las funciones corporales.
8. Dudas obsesivas sobre la normalidad sexual.
9. Juicios y actitudes rígidas acerca de la conducta sexual.
10. Miedo y preocupación excesiva hacia enfermedades de transmisión sexual.
11. Interés o inquietud obsesivos alrededor de supuestas intenciones sexuales de otros.
12. Vergüenza y aversión relacionadas a la experiencia sexual.
13. Desesperación relacionada al funcionamiento sexual.
14. Evasión de la intimidad debido a miedos sexuales.
15. Conducta autodestructiva que limite, pare o evite lo sexual.
¿Cómo tratar la Anorexia Sexual?
Algunas personas que han sufrido este trastorno recomiendan el libro de Carnes, pero no es un problema que resulte de sencilla solución sin la participación de un profesional. Cuando la persona se vuelve consciente de su problema siente que está atrapada y no sabe cómo salir de la situación. Uno de los visitantes de la página Sex and Love Addict Anonymous lo explica de este modo «Los anoréxicos nos empezamos a dar cuenta de que hemos vivido nuestra vida sin amor durante mucho tiempo. Observamos la ausencia de proximidad en ciertas facetas de nuestra vida y que nos mantenemos al margen de los demás. Pero el cambio no es fácil; si no hemos cambiado es porque nos hemos dado cuenta de que somos adictos a nuestra conducta».
Su tratamiento dependerá del motivo que la ha causado, no es lo mismo una inhibición sexual por abuso de fármacos que un cuadro fóbico, obsesivo o depresivo. Si tiene un origen psicológico suele bastar con recibir terapia sexual de unas 10 o 15 sesiones, siendo recomendable que asistan los dos miembros de la pareja en el supuesto de que el paciente la tenga.
Sólo 10 o 15 sesiones. 10 o 15 sesiones para vencer el miedo y ser, de nuevo, seres humanos completos.
“everyday, everynight” – Russian Red
4 comentarios
El artículo habla mucho sobre el anoréxico sexual con o sin pareja, pero si la tiene, qué pasa con esapareja? Qué pasa cuándo mi pareja tiene inhibido el impulso sexual y por consiguiente yo entro en abstinencia involuntaria también…
Que horror vivir reprimiendo el contacto y los sentimientos, un trastorno muy duro.
Yo no había oído hablar de este desorden sexual, tener miedo al otro y no poder relacionarte , es muy triste.
Menudo problemón…no tenía ni idea de que existiera esto.